ASDUA

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EFICACIA DE LA GUARDIA CIVIL


UN PRONÓSTICO FELIZ PARA EL AFLIGIDO


Buenas tardes.

          Estos días de vacaciones, de merecido descanso, de encuentros con familiares y amigos,... en fin de merecida relajación, vamos a traer una simpática y emotiva anécdota, histórica y real...

Hace unos días, desde la Embajada de España ante los Estados Unidos de América, nos hicieron llegar una interesante y a la par emotiva historia protagonizada, años atrás, por un puñado de gente que, entre ellos, no se conocían: y varios de los protagonistas eran… guardias civiles!

Nada más despuntar la primavera de 2005, un veterano alpinista canadiense, de 63 años de edad, falleció cuando intentaba coronar el Everest. Se trataba de Sean Egans, profesor de cinética humana dela Universidadde Otattwa. Falleció de un ataque al corazón.

Hubiera sido el canadiense con más edad en alcanzar la cumbre el Everest.
La noticia provocó, en su momento, gran conmoción y, de hecho, fue la noticia que abrió los telediarios de las cadenas de radio y televisión, y representó la primera plana de muchos diarios canadienses, americanos y europeos.

Y la GuardiaCivil… ¿qué tiene que ver esta noticia conla Guardia Civil?
Mientras el Dr. Egans intentaba la ascensión al Everest, su esposa se había trasladado a España, junto con una amiga, para recorrer el Camino de Santiago.
Una vez conocida la noticia en Canadá, la hermana del Dr. Egans se puso en contacto con el Consulado de España para intentar localizar a la esposa del Doctor, darle la triste noticia y que volviera inmediatamente a su país.
Cuando le preguntaron en el Consulado dónde se encontraba a lo largo del “Camino”, solo pudo contestar que lo desconocía, pues desde que salió de Canadá no había llamado por teléfono.

Hay que hacerse una idea de la dificultad de encontrar a una persona que recorre el Camino de Santiago: una distancia de casi 800 kilómetros, recorrido por miles de personas, muchas de las cuales no siguen un itinerario con etapas homogéneas, que incluso no lo recorren de forma estricta seducidos por la belleza de sus monumentos, su cultura, etc.

Desde el Consulado de España en Canadá se pusieron en contacto con la Guardia Civil, trasladando cuanta información tenían y la ahogada solicitud de la familia del finado, confiando casi en que un milagro más que en una actuación humana pudiera dar con la esposa del Dr. Egans.

Se efectuaron cálculos, se consideraron posibles ciudades de partida, se establecieron hipotéticos itinerarios,…
No habían pasado más de dos horas cuando la Guardia Civil se puso en contacto con el Consulado: ¡habían localizado a la persona que buscaban!

¡En solo dos horas, lo que parecía imposible, los guardias civiles lo hicieron realidad!

          Historias como estas, protagonizadas por anónimos guardias civiles, servidores públicos, son los que han hecho que la Guardia Civil haya alcanzado el prestigio que se le reconoce en España y fuera de nuestras fronteras...

La Guardia Civil...? ¡Un acierto!
¡Orgullosos de ser guardias civiles!