ASDUA

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COMO LLEGÓ A SER LA VIRGEN DEL PILAR PATRONA DE LA GUARDIA CIVIL





Imagen de la Virgen del Pilar que desde ese tiempo se conserva en el Colegio de Guardias Jóvenes.

COMO LLEGÓ A SER LA VIRGEN DEL PILAR PATRONA DE LA GUARDIA CIVIL

En la Real Orden Circular del
Ministerio de la Guerra de 8 de febrero de 1.913, el Rey declaró Patrona de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar.

Todo comenzó unos cuantos años antes, sería el año 1.864 cuando el sacerdote D. Miguel Moreno que era el primer Capellán Castrense del prestigioso Colegio de Guardias Jóvenes llamado “Duque de Ahumada” que se encuentra en Valdemoro, tuvo a bien colocar en la capilla del citado colegio una imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza.



Sería en 1.865 cuando de forma espontanea según narran los escritos se celebró la primera Patrona de la Guardia Civil, que era en el mes de septiembre y no Octubre como lo es ahora.

Fueron los alumnos de este Colegio que al convertirse en profesionales al ir destacados a los puestos de toda España, fueron difundiendo este acto de celebrar la Patrona con un homenaje de fe hacia la Virgen del Pilar.

Esta tradición durante más de 50 años consistía en tener fe como protectora en los servicios que se prestaban a la Virgen del Pilar.

El Teniente General
D. Ángel Aznar Butigieg que en 1.913 era el Director General del Cuerpo trasladó una petición al Ministro de la Guerra que no era otro que D. Agustín Luque y Coca donde le pidió oficialmente que la Virgen del Pilar fuera declarada Patrona del Cuerpo de la Guardia Civil, a lo que el Rey D. Alfonso XIII accedió y mandó publicar.

Después de su publicación, las palabras que transmitió el Teniente General D. Aznar fueron estas:

“La Guardia Civil, compuesta por los soldados más veteranos del Ejército, satisfizo siempre a las esperanzas de la Nación y respondió a la confianza de los Gobiernos porque sois valientes, firmes en la fatiga y abnegados en el peligro. Este año, al solemnizar el día de la Patrona, celebraremos en la Guardia Civil la primera fiesta de compañerismo. Cuando os congreguéis para ello en cada Puesto, dedicad una oración a nuestros compañeros que sacrificaron la vida en el cumplimiento del deber y al inolvidable Duque de Ahumada, organizador del Cuerpo; y antes de separaros, terminad nuestra fiesta diciendo; ¡Viva España!, ¡Viva el Rey! “.